En
una de esas citas que terminan en la sala de espera de una oficina del SAT, en
donde lo único que hay que hacer es esperar que te vuelvan a llamar… mientras
tanto en la espera mi mente empezó a viajar como hace mucho no lo hacia… solo
que esta vez se fue muy muy lejos y llego hasta esas épocas en donde me hubiese
gustado vivir… la época donde todos andaban con cabello largo, barbones y su
mejor amiga era la espada que siempre traían a cargo… esto aunado con varias
situaciones dieron pie a la siguiente historia que sucedió en mi cabeza… así
es!! volví a bloggear mentalmente como hace mucho no lo hacia, aunque claro de
esto ya hace una semana y por cuestión de tiempo no pude transcribirla pero aun
recuerdo, digamos ‘la esencia’ de la idea principal, y sin mas ni
mas esta fue la historia…
Era
un poblado ubicado en lo alto de una montaña, es donde el rey de ese lugar tenía
la costumbre de organizar un torneo al final de cada año en donde todos los
habitantes de su reinado, no importara su titulo, podían participar en un
torneo en el cual el ganador en automático se volvía caballero y era este el
mayor atractivo de participar en él.
Pero
esto no era el principal atractivo de este lugar, ya que también era conocido
por un famoso herrero el cual tenia fama de darle vida a las mas hermosas y
letales espadas que en ese tiempo se conocían…. unos meses atrás este humilde
personaje había recibido las especificaciones detalladas de un famoso
espadachín que justamente querían participar en el y para ello le encomendó que
le forjara una espada especial para ese evento, todas las especificaciones
perfectamente bien detalladas en cuando a la longitud de la hoja, su forma, sus
filos, sus empuñaduras etc,. Cuando el herrero interpreto los planos que le habían
llegado en automático aseguro que si las hacia tal cual el peso de estas iba a
ser tal, que se le dificultaría, por muy hábil que fuera, el manejo cuando
estuvieran en un combate, a lo que tajantemente le fue contestado… –limítate a
cumplir mis órdenes!!
El
herrero tenia años forjando espadas, era un 'deber' y tradición familiar que
había heredado de generación en generación, pero como cada trabajo que el
terminaba antes de entregarlo se daba a la tarea de hacer unas pequeñas pruebas
en cuanto a manejo, resistencia y demás… por lo cual sin darse cuenta había
desarrollado ciertas habilidades y en base a la experiencia y el gusto que
sentía fue tomando con cada diseño, lo mejor de el, hasta que logro hacer uno
para si mismo el cual contenía una pequeña parte de cada diseño que durante
años había realizado.
y así
fue se limito a seguir las indicaciones al pie de la letra, cuando por fin
logro terminarla, ni siquiera se tomo la delicadeza de probarla, pues sin
necesidad de hacerlo el sabia que había echo una espada hermosa, perfecta para
el dueño pero muy difícil de manejar… le dio los últimos toques y la dejo lista
para ser entregada… La semana del torneo llego, su inauguración fue, como
siempre un espectáculo único, Ese año había sido tal la demanda de participantes
que desde el primer día los combates iniciaron, guerrero tras guerrero, combate
tras combate, todos daban lo mejor de si, pero no todos podían continuar… así
trascurrieron los días, hasta que al final solo quedaron 4.
Esa
semana para el herrero había sido de muy poco trabajo, nunca le había gustado
participar en esas verbenas, el era una persona tranquila y muy reservada, rara
vez se le veía por esos lugares del pueblo, pero esa mañana al despertar algo
le dijo que tenía que estar ahí presente, e hizo lo que nunca, tomo su espada
la envaino y salió a presenciar el último duelo que vería nacer a un nuevo
caballero. Y así llego a la plaza tomo un lugar y espero que el espectáculo
empezara. La música que anunciaba la entrada del Rey se hizo sonar, todos se
pusieron de pie hasta que el rey llego a su silla, salieron los últimos cuatro
participantes rindieron honores y comenzó la batalla.
PD...Tengo con esta ya tres semanas que empece a escribir esto y aun no logro terminarla.... pero en un rato que tengamos le damos fin a esta historia